La ciudad de México sufrió una gran transformación tras la tragedia que azotó al país el 19 de septiembre
Para los mexicanos, resulta inevitable no relacionar cualquier sismo de gran magnitud con nuestros recuerdos acerca del terremoto que sacudió a la Ciudad de México en 1985. Con el temblor y posterior tsunami que sufrió Japón la semana pasada, nuestras memorias (por pequeñas, dolorosas o traumantes que sean) resurgen y nos llevan a la reflexión. Todos los que vivimos aquella fatídica mañana de 19 de septiembre tenemos algo que contar. Algunos contarán hechos heroicos, momentos conmovedores y llenos de lecciones de vida. En cambio, mis anécdotas son breves, inexactas y carecen de grandes detalles. Están narradas desde las más tiernas evocaciones que la mente me permite obtener. En esos tiempos apenas tenía 3 años. Estás son mis historias de familia, sobre el terremoto de 1985:
Papá (Mario Revelo)
Mi papá me contaba que aquella mañana de jueves despertó cerca de las 8 de la mañana. Había llegado de trabajar unas 2 horas antes, por lo que aquel sueño reparador le devolvió las energías. Llenó una cubeta con agua, sacó su auto a la calle y comenzó a lavarlo. Minutos después, lo apacible del día se rompió cuando su vecino Samuel apareció corriendo por la esquina y preso de una extraña angustia, se dirigió hacia él. Aquella actitud resultaba extraña, Samuel, que siempre se había caracterizado por ser un sujeto frío y al que no le gustaba mostrar sus sentimientos, llegó hasta donde mi papá continuaba limpiando el carro. Comenzó a llorar al preguntarle “Mario, ¿has visto a Blanca (su esposa)?, está con los niños y no los encuentro por ningún lado”. Seguramente mi papá puso una cara de ‘Y a mí qué me importa, el que no encuentres a tu vieja y escuincles ni es mi problema, ni es para que hagas un drama. Viejo chillón y ridículo’. Samuel se percató de aquel desconcierto y le preguntó si no sabía lo que había pasado. Mi papá lo negó.
- Hace casi una hora tembló muy fuerte. No sé cómo no te diste cuenta. La ciudad está destrozada. Es un caos. Muchas casas, edificios ¡y hasta Televisa! se vinieron abajo. Por favor, si sabes algo de Blanca, por favor avísame. Mi papá entró corriendo a la casa y prendió el televisor. Los pocos canales que mantenían su señal al aire mostraban imágenes de ruinas y desolación. No era el escenario de una guerra, era la Ciudad de México. Preocupado intentó llamar a casa de su suegra o al hospital. Nada. Los teléfonos estaban muertos. Metió una película Beta a la videocasetera y comenzó a grabar la transmisión que el periodista Jacobo Zabludovsky hacia desde las calles más afectadas. Subió a ponerse cualquier cosa y salió a toda velocidad en busca de su familia.
Hijo (Gabriel Revelo)
Debido a que mi papá trabajaría en la madrugada, y no había quien me cuidara en casa, la noche del miércoles 18 de septiembre me quedé a dormir en casa de mi abuela materna. Cené y me fui a dormir a uno de los cuartos, el cual compartí con mi prima Yulli, que en ese entonces tenía unos 9 años. Me acuerdo de muy poco, pero no se me olvida la sacudida que de pronto me despertó, ni los muñecos de peluche que a Julli y a mí nos caían del juguetero que estaba sobre las camas. Después entró mi madrina Rosy y como pudo nos protegió a los dos de los objetos que seguían viniéndose sobre nosotros. De ahí mi mente se borra y por más esfuerzos que hago no logro conectarla hasta un par de horas después. Estábamos desayunando en el comedor cuando llamaron a la puerta. Era mi papá que al llegar y cerciorarse de que todos estábamos bien me abrazó. Para ser honestos, a mis tres años no fui capaz de dimensionar lo que había pasado, pero sabía que las cosas no estaban bien. Se sentía en el ambiente. Por eso, al ver a mi papá no pude evitar ponerme a llorar. Después de tranquilizarme, él se fue por mi mamá. La casa de mi abuela no sufrió ningún daño, pero un gran árbol afuera, se había derrumbado aparatosamente sobre la acera.
Mamá (Eva María González)
Tan sólo dos días antes, mi mamá había dado a luz en el Hospital Central Sur de Petróleos Mexicanos. Cesárea, además. Adolorida como estaba, se metió a bañar pasadas las 7 de la mañana de aquel jueves 19 de septiembre. Fue casi simultáneo el inicio del sismo con los toquidos de una enfermera en la puerta mientras le gritaba -¡salgase señora, está temblando! Como pudo se puso una bata, salió de su cuarto y permaneció en los pasillos de aquel piso dedicada a la maternidad. Tras el movimiento telúrico, en el hospital comenzó un gran bullicio. A mi mamá le dijeron que tenía que en cuestión de horas sería dada de alta con todo y su bebé, pues era necesario tener la mayor cantidad de camas e instalaciones desocupadas, para comenzar a trasladar a las personas heridas por el temblor. Mi papá llegó por ella y junto con su bebé abandonaron el hospital. La ciudad seguía en ruinas.
Hermana (Lucia Revelo)
Lucia nació dos días antes del temblor. Por eso, cariñosamente llegaron a decirle ‘Lucia Terremoto’. Debido a la premura de su salida del hospital, mi madrina Rosy fue a comprarle ropa a Perisur (uno de los pocos centros comerciales abiertos horas después del sismo). Con dos días de edad conoció por primera vez la ciudad en la que nació, la cual, heroicamente le plantaba cara al desastre. Cada septiembre, Lucia cumple la misma edad que la mayor tragedia natural de la capital mexicana.
Otras historias
* Las casas en las que vivía mi abuela paterna y buena parte de la familia Revelo fue severamente dañada. Tuvieron buscar otro hogar.
* A la familia de nuestro vecino Samuel no le pasó nada.
*Mi papá también me cuenta que era impresionante la destrucción que vio en cada uno de los recorridos que hizo esos días en la ciudad.
* Menos de un año después, México se levantó de sus cenizas gracias a la fuerza y solidaridad de su gente, y a pesar de todos los pronósticos, realizó una impecable Copa Mundial. México 86, fue uno de los mundiales de futbol más hermosos de la historia.
* Aun guardo los vídeos en formato Beta, que mi papá dejó grabando aquella mañana del 19 de septiembre de 1985.
Autor: Gabriel Revelo, http://www.blogger.com/profile/15792714623831043640
Fuente: http://gabrielrevelo.blogspot.mx/2011/03/mis-historias-de-familia-sobre-el.html
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